Capítulo 30

Bajé las escaleras, el clic-clac de mis tacones resonando en la casa vacía. Sarah levantó la vista, la sorpresa evidente en su rostro al verme vestida y lista para salir en medio de esta fuerte lluvia.

—¿A dónde vas con este clima? —preguntó, con preocupación en su voz.

—Tengo una cita inesperada ...

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