Capítulo 104 ¡Atrévete a regañar a mi hijo, estás cortejando a la muerte!

—¿Qué diablos está pasando?

James frunció el ceño, su voz helada.

Marc, aferrándose al volante, miró por la ventana del coche hacia la entrada y respondió —Parece que una mesa acaba de volar.

James se quedó sin palabras.

Luego, se escucharon varios estruendos fuertes y más piezas de mobiliario v...

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