27. Enfrentando la gran mentira

Después de ese primer asalto viene el segundo en la cama, luego el tercero en el sofá puesta de rodillas, después me estimula lamiendo y mordiendo mi vulva.

Este chico si que sabe lo que hace, me vuelve a encender en segundos. Volvemos a la cama y lo hacemos una vez más. Debo decir que termino mas q...

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