Capítulo 37 Todavía no se han divorciado

Cheryl estaba hirviendo por dentro, pero mantuvo la calma y consoló a Esme.

Su actitud gentil y comprensiva hizo que la ira de Esme se desvaneciera.

Esme acarició la mano de Cheryl y habló con alivio.

—Cheryl, eres tan considerada, mucho mejor que Hazel por mucho.

Cheryl se sonrojó ligeramente a...

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