Capítulo 34

Damien estudia mi mano pero finalmente la acepta después de unos segundos.

—Damien Lorenzo, un placer conocerte también.

Sus manos eran tan suaves y a la vez duras, y podía oler su celestial colonia. Era como el paraíso. Sonreí antes de que él soltara mi mano, para mi desdicha. Brian dijo que volv...

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