Capítulo 40

—¿No recordabas que tenías una hermana? No hay pastel para que yo coma, Francesca —dijo Tara frunciendo el ceño.

—Oh, no sabía que terminarías de comprar más temprano de lo usual —Tara me da una mirada incrédula mientras yo solo ruedo los ojos y recojo mi plato. Damien también se levanta aunque est...

Inicia sesión y continúa leyendo