Capítulo 24: huyendo

—¿Sigues pensando en escapar?

—¿Y por qué no debería irme?

El pensamiento me hace atragantarme con el pimiento y empiezo a toser sin parar.

—Tranquila, cariño.

¿Cómo puede ser tan romántico?

Oh, ¿cómo puede ser tan romántico conmigo?

Siento que hago una pausa entre las toses solo para ahogarme...

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