Capítulo trece

Athena

A la mañana siguiente, siento a alguien sacudiendo mi cuerpo rápidamente. Frunzo el ceño en confusión mientras gimo en voz alta—empujándolo lejos de mí. Su mano se aleja de mi cuerpo, pero en segundos, vuelve.

Mis ojos se abren de golpe, viendo a Alex inclinado hacia mí—sus ojos clavados en...

Inicia sesión y continúa leyendo