Capítulo diecisiete

Athena

—Bienvenidos a Roma— dice una de las azafatas una vez que bajamos del jet privado. Le sonrío y ella me devuelve la sonrisa cálidamente. Alex ha bajado las escaleras antes que yo, dejándome atrás.

Miro alrededor del terminal, entrecerrando los ojos para evitar que el sol me los queme. En lug...

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