Capítulo veinticinco

Athena

Alex levanta la cabeza, rápidamente se coloca sobre mí—cubriendo mi cuerpo—pero es bastante visible para Liam. Me cubro la cara con ambas manos de la vergüenza, siento mis mejillas calentarse por la mirada de Liam.

—¡Liam, qué demonios!—oigo gritar a Alex. Apenas si maldice...

Espiando a t...

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