Capítulo cuarenta y cuatro

Alexander

Ha pasado una semana. Pensé que su corazón había dejado de latir, pero lo hizo. Realmente lo hizo. Solo por unos segundos. Pudo haber muerto—todos estaban aterrorizados; principalmente preocupados. Me da miedo admitir esto, pero en realidad tenía miedo de que su corazón se detuviera.

Sub...

Inicia sesión y continúa leyendo