Capítulo cuarenta y siete

Alex me cubre los ojos con su mano; no me deja ver nada. Me agarro de uno de sus dedos, tratando de espiar, pero él sigue guiándome mientras camina detrás de mí—más bien parece que yo lo estoy guiando a él. Se siente como una persona ciega guiando a una persona completamente funcional.

—No mires, p...

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