Capítulo 120

Elizabeth estaba demasiado emocionada para hablar.

Declan rara vez le levantaba la voz, pero Alexander siempre lo sacaba de quicio.

Alexander frunció el ceño y dijo en voz baja:

—Es mi culpa. Por favor, no la culpe, señor Percy.

—¡Por supuesto que es tu culpa! Mi hija se casó contigo, ¿te hizo al...

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