Capítulo 34

Le tomé la mano y lo llevé a nuestro dormitorio.

—Vas a tener que dejar de hacer eso. Se va a convertir en una niña mimada —le dije bromeando.

—No hay nada de malo en que mis chicas sepan lo que quieren.

—¿Ah, sí? —dije mientras cerraba la puerta y lo atraía hacia mí para un beso.

—Sí —dijo sonr...

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