Capítulo 37

—¿Qué demonios estás haciendo? —pregunté a Brian mientras me sentaba en la cama. Busqué mi teléfono y eran las dos de la mañana.

—Estoy cortando mi maldito yeso —dijo en voz baja, como si eso le ayudara a concentrarse mejor.

—Se supone que debes tenerlo puesto al menos otra semana. ¿Qué diablos es...

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