Capítulo 18

—¿Sebastián, estás bien?

—Sí, chico, casi llego. Necesito que pongas algunas luces para que pueda ver dónde quieres que aterrice. Debería estar allí en veinte minutos.

—Tendremos lo que necesitas. Nos vemos entonces—, dije antes de terminar la llamada.

—¿Todavía tenemos nuestras luces de Navidad?...

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