Capítulo 22

—¡Dos! ¡Joder!, grité al caer en un agujero. Vi a Brian y a Sebastián a unos seis metros de mí mientras caía. Me levanté lo más rápido que pude, pero fue demasiado tarde y nuevamente estaba en manos de uno de los hombres que solía llamar tíos. Me tenía agarrada contra su pecho y una hoja de cuchillo...

Inicia sesión y continúa leyendo