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Charlie yacía en su cama y seguía con el dedo los patrones de piedra en el techo. Era como observar las nubes en un día de verano. Si relajabas la vista, empezabas a ver formas. En la esquina, un conejito; a la izquierda del techo, una motocicleta; y algunas piedras sobre la cama de Charlie formaba...

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