Capítulo 37

Justo entonces, mi teléfono sonó abruptamente. Miré la identificación del llamante y dudé por un momento antes de presionar el botón de responder.

—Hola.

Tan pronto como hablé, la voz profunda y magnética de Russell llegó desde el otro lado de la línea.

—¿Estás despierta?

—Sí —respondí.

El tono...

Inicia sesión y continúa leyendo