Capítulo veinticinco

Justo después del anochecer, Jayme subió una pequeña colina y encontró un pueblo en un valle más allá. Sintiendo algo de alivio, bajó la empinada colina, cruzó un campo y llegó a una tienda de comestibles local. Al entrar, el cabello de Jayme estaba desordenado y su ropa sucia. Parecía una persona s...

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