Capítulo treinta y ocho

A través de la ventana, Jayme observó cómo su coche se alejaba de la cabaña, dirigiéndose por el camino de dos carriles hacia la carretera. Sabía que no tendría mucho tiempo para averiguar cómo escapar. Tirando de la cadena, la siguió hasta debajo de la cama. Moviendo el colchón y el somier, vio que...

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