Capítulo 30

Me reí mientras Brian se apresuraba hacia mí, con una mirada excitada en sus ojos. Me empujó de espaldas antes de agarrar mis piernas, una en cada mano. Se deslizó mis sandalias de tacón de cuatro pulgadas de cada pie antes de lanzarlas junto a mi asiento. Luego posicionó su pene lubricado con pre-s...

Inicia sesión y continúa leyendo