Capítulo treinta y siete La pesadilla

Ashina—

Una vez que llegué a mi suite, noté a dos machos Alfa Verde muy enojados en mi puerta. Suspiré y los ignoré mientras abrían la puerta y me seguían lentamente. No pude evitar reírme de cómo se movían en cámara lenta. Era como algo sacado de una película.

Reí con mi loba Kiera— ¿Qué dices? E...

Inicia sesión y continúa leyendo