Capítulo ochenta y tres: La torre sobre las nubes

—Ashina—

Lo primero que noté al despertar fue que estaba en una torre sin puertas ni ventilaciones, solo una ventana. Como si estuviera en un cuento de hadas, mi príncipe me llamaría, pidiéndome que dejara caer mi cabello para que pudiera trepar y salvarme.

En busca de una salida, me sentí desanima...

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