Calor y latigazo cervical

POV de Aria

No me di cuenta de lo fuerte que estaba apretando la nota hasta que la voz de Matteo rompió el silencio.

—¿Estás bien?

Me estremecí un poco y rápidamente arrugué el papel en mi puño, deslizándolo detrás de mi espalda como si estuviera escondiendo dulces de un maestro estricto. Me giré...

Inicia sesión y continúa leyendo