Capítulo ciento dieciséis

Capítulo Ciento Dieciséis

semanas después.

La luz de la mañana se filtraba a través de las cortinas de Nita, cálida contra su piel mientras se inclinaba hacia su espejo de tocador.

Sus largas pestañas parpadearon mientras se colocaba cuidadosamente las pestañas postizas.

La imagen que le devolví...

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