Capítulo ciento treinta

Capítulo Ciento Treinta

Tia llegó al trabajo mucho más temprano de lo habitual, pero incluso con el tiempo extra, no pudo concentrarse. Su mente seguía dando vueltas por la decisión repentina de Adam. Divorcio.

La palabra dolía cada vez que se repetía en su cabeza. Sabía, en el fondo, que el matr...

Inicia sesión y continúa leyendo