Capítulo ciento treinta y cinco

Capítulo Ciento Treinta y Cinco

—Dile al piloto que se prepare. Me iré esta tarde a Nueva York —dijo Adam por su teléfono, su voz baja pero firme.

No se molestó en sentarse; se quedó de pie junto a la ventana, con una mano en el bolsillo mientras sus ojos miraban el horizonte que ni siquiera veía....

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