Capítulo ciento treinta y siete

Capítulo Ciento Treinta y Siete

Sábado por la mañana

El golpe en la puerta fue suave pero constante, sacando a Tia de la pila de ropa medio doblada que estaba arreglando.

Había estado moviéndose desde el amanecer, tratando de desinfectar y mantener la casa en orden. El olor a productos de limpiez...

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