Capítulo ciento treinta y nueve

Capítulo Ciento Treinta y Nueve

Después de la cena, Tia notó que Andy no se había ido a la cama temprano como solía hacer. En lugar de dormir, estaba sentado en su pequeña cama con un lápiz en la mano, su cuerpecito inclinado sobre un cuaderno.

Se detuvo en la puerta, sorprendida. Normalmente, par...

Inicia sesión y continúa leyendo