Capítulo ciento sesenta y uno

Capítulo Ciento Sesenta y Uno

Adam bajaba las escaleras, ajustando el puño de su camisa cuando la voz de Nita resonó.

—Mira, Adam—dijo, bloqueando su camino a mitad de las escaleras. Sostenía su teléfono en alto como un trofeo, la pantalla brillando.

Él se detuvo, apretando la mano en la barandil...

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