Capítulo ciento noventa y uno

Capítulo Ciento Noventa y Uno

—Cierra los ojos con las manos —dijo Andy a Adam mientras ambos estaban sentados en la cama, jugando.

Adam sonrió, obedeciendo la orden del niño—. Está bien, mis manos están arriba. ¿Y ahora qué?

Andy se rió—. ¡Ahora ábrelos, tío!

Adam se rió suavemente—. No, hijo.....

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