Capítulo veintinueve

Capítulo 29

El reloj dio la hora, y Tia sintió el peso del momento asentarse en su pecho. Era hora.

Se paró frente al espejo de cuerpo entero, apenas reconociendo el reflejo que la miraba.

El vestido corto se ajustaba a sus curvas, y los tacones, que aún se sentían incómodos en sus pies, le añadí...

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