Capítulo treinta y ocho

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Capítulo 38

Tia se recostó en su almohada, mirando el techo mientras el suave zumbido de la casa llenaba el silencio. Su mente vagaba, con pensamientos girando alrededor de Cade, el mensaje y sus planes para mañana.

Ya había decidido que iría a su casa, pero eso le dejaba un problema—Ada...

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