Capítulo cuarenta y seis

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Capítulo 46

El sol de la mañana se filtraba a través de las cortinas, calentando el rostro de Tia. Ella se movió, parpadeando contra la luz, y miró a su alrededor.

La cama de Adam estaba perfectamente hecha, y no había rastro de él.

Sus pensamientos vagaron a la noche anterior—regresand...

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