Capítulo cuarenta y ocho

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Capítulo 48

Tia se deslizó en su asiento, agarrando su bolso con fuerza mientras las miradas persistían, los susurros zumbaban en el fondo como un molesto murmullo.

Evitó el contacto visual, fingiendo concentrarse en su cuaderno como si el peso de toda la sala no estuviera presionando so...

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