Capítulo sesenta y siete

Capítulo 67

Cade se sentó en la suave hierba del jardín de su ático, guiando suavemente a Tia para que se sentara a su lado. Sacó un pañuelo, doblándolo cuidadosamente antes de ofrecérselo.

—Aquí—dijo suavemente—. No les hagas caso, T.

Tia tomó el pañuelo, secándose los ojos. —Está bien—respondió...

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