Capítulo setenta y seis

Capítulo Setenta y Seis

Eran las 2 a.m. cuando Tia se arrastró de vuelta a la mansión de Adam.

Le dolían los pies de tanto caminar descalza. Sus tacones se habían quedado en algún lugar del camino cuando sus piernas no pudieron soportar más el dolor.

Su vestido, que alguna vez fue rojo, ahora est...

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