Capítulo ocho

Esa noche, la finca de la familia Black estaba inusualmente tranquila. El aire se sentía inmóvil, como si las paredes mismas estuvieran esperando algo. El único sonido era el murmullo bajo de la televisión en la sala de estar, donde Adam estaba desplomado en el sofá con un vaso de whisky en la mano....

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