Capítulo 30

El rey frunció los labios con disgusto ante la variedad de ropas coloridas que tenía frente a él para elegir. Su mirada punzante hacía que las costureras desearan enterrar sus cabezas bajo tierra y no salir. Con el poco tiempo que tenían para preparar un cambio de vestuario para su majestad, estaban...

Inicia sesión y continúa leyendo