Capítulo 46

La alarma sonó demasiado temprano, despertándome de mi sueño.

Mierda, estoy agotada.

Mis músculos dolían y la somnolencia que se aferraba a mi cabeza me tenía en un agarre mortal. Sin embargo, a pesar de estos dolores y molestias, mi cuerpo vibraba. Zumbaba de alegría mientras mi corazón latía rápid...

Inicia sesión y continúa leyendo