CAPÍTULO 14 ¡Por Dios! ¡Mira pechos grandes!

Annabel estaba ahora con Mara en un restaurante lujoso, tratando de hacerla sonreír.

Ambas estaban sentadas en una silla elegante, y una mesa elegante estaba colocada entre ellas. Estaban sentadas mientras conversaban.

—¡Jeeeeez! —gritó Annabel al ver a Mara levantarse para ajustar su asiento.

—...

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