Capítulo 28

—Iris, un regalo de un sirviente —dijo Iris mientras se quitaba el vestido de nuevo.

—¿Otra vez? —rió el Rey Evander.

—Deben ser las hormonas del embarazo —dijo Iris.

—Oye, ¿por qué esa cara triste? —El Rey Evander levantó su rostro con un dedo bajo su barbilla.

—Hormonas del embarazo —mintió Ir...

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