Diecinueve

Me escupió en la cara.

—¿Qué te hace pensar que tienes opción? No es como si tu propio esposo te quisiera ya.

El dolor en mis ojos fue fugaz, pero una risa escapó de sus labios al ver que sus palabras me afectaban rápidamente. Me soltó bruscamente y me limpié rápidamente el escupitajo de la cara, ...

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