SIN SOLUCIÓN

MITCHELL

Desperté de muy buen humor, como hace mucho no lo hacía. Sin embargo, una llamada de mi madre, lo echó todo a perder.

En cuanto escuché lo que estaba por hacer y suceder, porque estoy seguro de que ya era un hecho, terminé la llamada sin siquiera despedirme, con un nudo en la garganta y pen...

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