Capítulo 12 SALVADOR

No dejaba de caminar por toda la habitación, moviéndome de un lado a otro como una marioneta rota, impulsada por la desesperación. Mi mente era un caos absoluto, una maraña de pensamientos que no lograba desenredar. Todo había cambiado tan bruscamente, como si mi vida hubiera dado un giro de 180 gra...

Inicia sesión y continúa leyendo