Capítulo 37 Vino a recogerla personalmente

El extraño llevaba una máscara y su sombrero estaba bajado. Elizabeth no podía ver su rostro, solo que era alto y un poco aterrador. Sabía que no tenía ninguna oportunidad contra él.

Elizabeth rápidamente puso una sonrisa y dijo:

—¿Puedes desatarme? Quiero decir, de todas formas no puedo escapar.

...

Inicia sesión y continúa leyendo