Capítulo 589 Un rayo caído de la nada

Cordelia negó con la cabeza.

—No voy a volver. Solo necesito estirar las piernas. He estado encerrada en mi habitación todo el día y empiezo a sentirme un poco mareada.

La criada se apresuró a sostenerla.

—Señorita Murphy, déjeme ayudarla a salir al jardín. El pasillo está vacío y no hay nada que...

Inicia sesión y continúa leyendo