Capítulo 27: Jaxon

El gimnasio es un desastre.

El saco de boxeo está en el suelo, su cadena rota, arena derramándose por las costuras donde lo he golpeado hasta el cansancio. Mis nudillos están abiertos, la sangre gotea por mis dedos, pero apenas lo siento. La ira sigue ahí, ardiendo como un maldito horno en mi pecho...

Inicia sesión y continúa leyendo