Capítulo 8

Antes de subir al coche, reviso si hay alguien sospechoso mirándome a lo largo de la calle, todo parece estar normal. Entro y arranco. El recuerdo del dulce aroma de Renata viene a mi mente, me contuve de tirarla sobre esa mesa y follarla hasta que no pudiera sentir las piernas.

Además de un rostro...

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